
más grandes y voluminosos que pudimos encontrar; entre ellos, recuerdo que
había una enciclopedia de religión y mitología hindú. Más tarde descubrimos,
después de escuchar los impactos de las balas en los libros, que el grado de
penetración de las balas llegaba aproximadamente hasta la página 350; desde
entonces me incliné a creer, como nunca lo había hecho antes, aquellas historias
de soldados cuyas vidas habían sido salvadas por un Biblia que llevaban en el
bolsillo de su chaqueta…”
Bernard Knox, brigadista internacional que combatió en la Defensa de Madrid.

ABC: “El domingo se celebró en el patio de la Universidad Central un acto en el que se hizo la quema simbólica de los libros que durante el dominio rojo sirvieron para corromper y engañar a las juventudes de la llamada Universidad Popular.
Para edificar a España Una, Grande y Libre, condenamos al fuego los libros separatistas, los liberales, los marxistas, los de la leyenda negra, los anticatólicos, los del romanticismo enfermizo, los pesimistas, los pornográficos, los de un modernismo extravagante, los cursis, los cobardes, los seudocientíficos, los textos malos y los periódicos chabacanos, E incluimos en nuestro índice a Sabino Arana, Juan Jacobo Rousseau, Carlos Marx, Voltaire, Lamartine, Máximo Gorki, Remarque, Freud y al Heraldo de Madrid.

en la Puerta del Sol de Madrid, en noviembre de 1936 (AGA).
Consulta aquí el mapa de los bombardeos de Madrid de Enrique Bordes y Luis de Sobrón.


en el ábside de la Facultad de Filosofía y Letras.

Estas minas se sembraron en todo el cerco de Madrid, también entre el Hospital Clínico y la Facultad de Medicina en la Ciudad Universitaria a lo largo de toda la Guerra.



Rendición de la ciudad holandesa de Breda a las tropas de Felipe IV, rey de España.
El sitio de Breda se inició en 1621 y concluyó cuatro años después, en 1625.

del Ministerio del Aire, Moncloa.




Foto tomada el 1 de Abril de 1959 en la inauguración
de la Basílica de el Valle de los Caídos.